Por JINETH PRIETO · 12 DE JULIO DE 2017

A dos meses de que se venza la emergencia sanitaria que completa cinco años en el área metropolitana, el proceso que estaba adelantando la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, con el fin de encontrar una tecnología alternativa al uso del relleno sanitario El Carrasco, se empantanó.

Un concepto del exmagistrado del Consejo de Estado Rafael Lafont, sobre la garantía que presentó el oferente que más se había acercado a los requerimientos técnicos de la convocatoria, dejó sin piso jurídico la propuesta y devolvió prácticamente a cero todo el proceso.

Ahora todo está dado para que la convocatoria se declare desierta, y la Emab o tenga que empezarla nuevamente con todo y el tiempo que eso implica cuando el reloj para mostrar resultados está corriéndole en contra, o se arriesgue a entregar un contrato de esa magnitud (a 30 años) directamente.

El proceso

Una de las principales banderas de campaña del alcalde de Bucaramanga, Rodolfo Hernández, fue la de encontrar la solución al problema de las basuras en la ciudad.

En su momento, Hernández aseguró que encontraría una alternativa diferente y que lo haría sin que el municipio pusiera un peso, y para eso anunció que la Emab buscaría a un socio estratégico que a cambio de usufructuar los residuos de la ciudad y el área metropolitana, instalaría una planta de residuos sólidos que sería amigable con el medio ambiente.

Si bien, se puso la camiseta (es el único alcalde del área que está buscando una solución conjunta) en la segunda mitad del año pasado y desde ese entonces la Emab contrató a un consultor para que formulara las condiciones de la convocatoria, los reparos también iniciaron casi al tiempo.

Por un lado, La Silla supo que al interior de la Junta hubo desacuerdos  porque vincularon a un ingeniero químico -Jorge Hernán Alarcón- para que se encargara no solo de aspectos técnicos, sino también de temas financieros y jurídicos y eso ponía en riesgo el proceso; y, por otro, porque su selección se hizo en tiempo récord, fue costosa ($344 millones en cinco meses) y sin consultar.

Aunque el tema no pasó a mayores, Alarcón puso los reflectores sobre él cuando a menos de dos días de publicada la convocatoria que había formulado, el documento tuvo que bajarse de la página de la Emab porque estaba mal hecho.

Pese a que eso sucedió en septiembre, solo fue hasta enero de este año que la Empresa de Aseo reinició la convocatoria.

Si bien para ese entonces la Alcaldía había anunciado que había 20 interesados en ofertar, debido al cambio de condiciones (primero la Emab consideró hacer una alianza público privada pero luego le tocó desistir porque no se cumplían los requisitos), y a los requerimientos que se solicitaron, al cierre llegaron solo dos ofertas: la Unión Temporal Vitalogic RSU y la Sociedad Futura Recycling Waste Services.

El cruce de versiones

Desde que se conocieron los nombres de los dos interesados, el de Vitalogic fue el que más empezó a sonar debido a que para ese momento denunciaron que la empresa había sido constituída en Colombia solo hasta noviembre del año pasado y con un capital de $6 millones.

Aunque eso es algo normal, porque la empresa viene de Panamá, y el otro socio -Wastaway- es de Estados Unidos, y por eso ninguno tenía domicilio en Colombia, eso sirvió para que el oferente saliera a dar explicaciones y diera los detalles de la tecnología que quiere implementar.

Básicamente lo que plantea ese contratista es la separación de basura a través de bandas transportadoras que en diferentes momentos extraen metales, vidrios, piedras y que dejan al final la materia orgánica (la que produce lixiviados) para transformarla en energía.

Ese proceso, ya está siendo implementado en Tennessee, Estados Unidos, desde hace trece años, según reportes de la Unión Temporal, y debido a que aprovecha la totalidad de la basura es una técnica que está patentada.

Pero debido, a que en una entrevista a Blu Radio, Héctor Muñoz, uno de los representantes legales de Vitalogic, dijo que el proyecto costaría 250 millones de dólares, que la Emab no invertiría nada además de garantizarles que por 30 años las 1.030 toneladas promedio de basura que se producen al día en el área metropolitana serían para ellos, y que aún así no aumentaría el precio de la tarifa, en el área metropolitana de Bucaramanga inició un cruce de versiones sobre la viabilidad del proyecto.

Los principales reparos están en que la Emab comprometió los residuos de todos los municipios cuando hay operadores privados que deciden a dónde llevar las basuras, y en que dada la inversión (aproximadamente 750 mil millones de pesos) no es claro cómo el contratista lograría un punto de equilibrio y el cierre financiero del proyecto.

“Ese es un proyecto que está llamado a fracasar. Es un problema que le van a dejar a Bucaramanga”, le dijo a La Silla Édgar Suárez, diputado de Cambio Radical que llamó a un debate de control político para pedir explicaciones sobre el contrato.

Sin embargo, los cuatro alcaldes del área metropolitana nos aseguraron que sí había intención de dejar las basuras en manos del operador que seleccionara la Empresa de Aseo, y todos coincidieron en que firmaron una carta de intención.

Sobre los reparos de la inversión, José Manuel Hormaza, otro de los representantes legales de Vitalogic, le dijo a La Silla que ellos ya tenían asegurado el socio que pondría los 250 millones de dólares (aunque no especificó cuál es) y que su ganancia estaba garantizada en la medida en que también tenían a quién venderle  todos los subproductos que extrajeran de la basura.

“Eso está explicado y certificado en la propuesta que entregamos a la Emab”, aseguró el contratista.

Pero además de esos reparos, también hay dudas sobre si toda la estructura de la planta cabría en el lote de 4 hectáreas que está dentro del perímetro de El Carrasco que la Emab dispondría para hacer el proyecto; y sobre si en la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, Anla, que es la que tiene poder de decisión sobre ese relleno sanitario en particular, le darían vía libre a esa posibilidad.

Del otro proponente, que según dijo la Emab, propuso la implementación de una tecnología israelí para el tratamiento de las basuras, solo se supo que le pidieron que trajera más documentos porque la mayoría de su oferta estaba sin soportes.

El enredo

En medio del cruce de versiones, y cuando solo faltaba un día para que se conociera si alguna de las dos firmas había superado la evaluación, la Emab anunció que suspendería el proceso porque necesitaba un concepto sobre la garantía de seriedad a la oferta que presentó Vitalogic, debido a que en lugar de la póliza presentó una fianza.

El concepto, que fue emitido por el exmagistrado del Consejo de Estado, Rafael Lafont y fue  entregado a la Emab el martes en la noche, dice que los documentos no son equiparables.

Como eso implica que esa propuesta quedaría inhabilitada, y una fuente que lo supo de primera mano le dijo a La Silla, que la otra propuesta no superó los criterios técnicos, dejó entre la espada y la pared a la Emab y de paso a Rodolfo Hernández, teniendo en cuenta que el reloj le sigue corriendo en contra para la emergencia sanitaria y habría que declarar desierta convocatoria.

Una fuente de adentro de la administración de Hernández, le dijo a La Silla que en la Emab creen que como el error fue por la póliza y no por un aspecto de fondo, podrían adjudicar la nueva tecnología directamente partiendo de que el manual de contratación de la Emab permite que se haga así si una convocatoria se declara desierta.

Mientras eso se debatía al interior de la Emab, en la pelea jurídica también se metió Vitalogic y ayer aportó otro concepto de William Zambrano, otro exmagistrado del Consejo de Estado, que concluía lo opuesto a la tesis de Lafont.

Sin embargo, y más allá de la discusión legal, no es muy claro que la administración de Hernández decida desconocer el concepto de Lafont porque pagó por él y no se le vería bien que solicitara la opinión de un experto para ignorarla.

En todo caso, si lo acepta y declara desierta la convocatoria también tendría que decidir si entrega directamente el contrato o desiste de esa posibilidad.

Si lo hace sería el equivalente a ir en contra de todo lo que ha promovido en temas de transparencia en la contratación pública y eso además de que le daría munición al sector que se opone a su mandato lo dejaría sin argumentos a la hora de defender ese discurso.

Por otro lado, si no lo hace y en la Emab arrancan un proceso nuevo, debido a que demoraría al menos dos meses, es muy probable que se vea obligado a decretar nuevamente la emergencia sanitaria sin tener una solución en las manos para mostrar.

En paralelo, en la Corporación para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, hay en trámite de licenciamiento un predio llamado Peñas en Girón que lo está solicitando Proactiva, una de las empresas que maneja el negocio de la recolección de basuras en Santander, y que podría convertirse en una de las opciones para las basuras si le dan vía libre pronto.

También en Girón, el superpoderoso y controvertido empresario, Reinaldo Bohórquez, está presionado con Entorno Verde (empresa de la que fueron socios el ahora alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández y el representante del viejo PIN Fredy Anaya) para que se habilite Chocoa, un predio que está licenciado desde 2011, pero al que el alcalde de ese municipio, John Ramírez, lo acaba de declarar de utilidad pública para impedir que le impongan el relleno.

Habrá que ver qué camino toma la administración de Hernández con el concepto en contra, por un lado, y con la presión de la emergencia sanitaria doblando la esquina, por el otro. El viernes cuando se publique la evaluación final de las ofertas, seguramente el panorama se empezará a decantar.