La semana pasada se realizó en Bucaramanga un Foro Nacional sobre Economía Circular, liderado por la Superintendencia de Servicios Públicos. En columna de agosto 24/2016 (Economía circular y residuos sólidos) anotaba que -a diferencia de lo que ocurre en el medio natural- vivimos en sociedades que mayoritariamente aplican la economía lineal. Los recursos se extraen, se utilizan con torpeza y durante este proceso (ciclo de vida) muchos residuos se descargan a los suelos, las aguas o el aire generando así graves problemas ambientales, sanitarios, económicos y sociales. La Economía Circular propone utilizar los recursos naturales con mayor eficiencia y aprovechar los residuos generados para cerrar los ciclos, como ocurre en la naturaleza donde todo se aprovecha.

Se trata entonces de cerrar los ciclos a través de una selección y uso apropiado de materias primas y una gestión inteligente de los residuos, entre otros aspectos. Esto evitaría los problemas citados. Las empresas se benefician por los ahorros asociados al sistema y las sociedades por los numerosos empleos que generan estos desarrollos. Sobre el reciclado de metales -por ejemplo- un informe de Greenpeace (Basura electrónica) anota: “El reciclado de metales tiene un doble impacto positivo:

1) permite recuperar metales o materiales que son cada vez más escasos y cuya obtención a través de la minería, genera un alto impacto ambiental y social

2) al mismo tiempo frena el impacto que estos residuos (de dispositivos electrónicos y similares) generan en el ambiente al degradarse en basurales, contaminando aguas, suelos y aire”.

Por lo mismo, muchos países y empresas han adoptado sus principios. La Economía Circular fue adoptada por la Comisión Europea en diciembre 2015. Un informe de The Guardian (noviembre 20/2017) anota: “el 45% de los productos eléctricos de desecho del Reino Unido se reciclan. Para el año 2020 al menos el 85% tendrá que reciclarse”. “Como los desechos electrónicos contienen alrededor de 40 a 50 veces más metales preciosos que los minerales de la minería, parece extraño que no los estemos recuperando adecuadamente”. Por lo mismo, empresas como Apple han anunciado (Informe de Responsabilidad Ambiental 2017) que “comenzará a fabricar dispositivos a partir de materiales reciclados, incluyendo aluminio, cobre, estaño y tungsteno”.

La compañía busca “dejar de explotar la Tierra por completo”.

Autor:
Jairo Puentes Bruges