A pocos días de que la Emab adjudique la nueva tecnología para la disposición de residuos sólidos de Bucaramanga, se realizó un debate de control político en la Asamblea.

[dropcap]L[/dropcap]a Cdmb aseguró ayer que apoya la iniciativa de la Alcaldía de implementar una nueva tecnología para la disposición de residuos sólidos en Bucaramanga, pero se opone a que dicha planta quede ubicada en El Carrasco.

Así lo aseguró el director general de la entidad, Martín Camilo Carvajal, durante un debate que se hizo ayer en la Asamblea de Santander.

El funcionario explicó que el pasivo ambiental que tiene el actual sitio de disposición final es muy alto, pues cuando fue creado hace 40 años comenzó a operar como un botadero a cielo abierto.

Y si bien luego se pasó a disponer la basura con la tecnología de relleno sanitario, quedó un gran pasivo ambiental de esos primeros años funcionando como botadero.

Por ello la corporación es partidaria de que se realice el cierre definitivo de El Carrasco, cumpliendo de esta forma con el fallo del juez que ordenó su cierre y clausura.

Nueva tecnología

En el debate de ayer, la administración local defendió el proyecto de implementar una nueva tecnología para el tratamiento de las basuras, pues es más limpio y eficiente que un relleno sanitario y la inversión para construir la planta será del operador (ver recuadro).

Dicho esto, El Carrasco sería uno de los posibles sitios para ubicar la planta, pues la afectación ambiental con la nueva tecnología sería mínima.

Además, ya se han hecho algunos esfuerzos para reducir el pasivo ambiental con la nueva planta de lixiviados.

Sigue pasivo ambiental

Para Carvajal, no se puede desconocer que la afectación ambiental en El Carrasco se ha reducido con medidas como la planta de lixiviados, pero eso no quiere decir que el problema esté resuelto.

El directivo recordó, por ejemplo, que en días pasados se le impuso una medida preventiva a la Emab por disponer residuos sólidos e intervenir un talud en un predio contiguo a El Carrasco que es de protección ambiental (zona de DRMI).

Otro sitio para las basuras

Por esta razón, instó a la Alcaldía de Bucaramanga, la Emab y los operadores de la nueva planta que miren otras alternativas de terrenos en el área.

Además, los invitó a gestionar ante la autoridad ambiental competente los respectivos permisos y licencias ambientales.

En ese sentido, recordó que en la Cdmb está en trámite una licencia para el predio Peñas (Girón) y hay otra más aprobada en Chocoa, aunque en este caso hay una acción popular que restringe el uso de este predio.

Críticas de la asamblea

Por otro lado, algunos diputados, entre ellos el que citó al debate, Édgar Suárez, se mostraron preocupados por los avances del proyecto.

Suárez explicó que la nueva tecnología está a pocos días de ser adjudicada (será el próximo martes 11 de julio) y según él es muy poco lo que sabe la gente de la iniciativa.

“No se sabe cuál va a ser la tecnología, se sabe que van a quemar las basuras, pero hay varias formas para hacerlo”, explicó.

Además, para él no es claro si se puede lograr el cierre financiero del proyecto sin afectar el bolsillo de los usuarios.

“La resolución 720 de la CRA (Comisión Reguladora de Agua Potable), no le deja posibilidad a tecnologías distintas al relleno sanitario… prueba de ello es que en los cinco principales sitios de disposición del país solo se usa relleno sanitario”, agregó Suárez.

¿Nueva tecnología es la solución?

Después de más de 10 años de constantes intentos por hallar una solución definitiva que permita el cierre y clausura del relleno sanitario, la actual administración local abrió una convocatoria internacional para elegir una nueva tecnología, distinta al relleno sanitario, para el tratamiento de los residuos del área.

Las iniciativas privadas deben hacer toda la inversión para construir y poner a operar la planta. Además, deben garantizar el derecho al trabajo de los recicladores y como contraparte el Municipio le vende al operador la basura que se produce. Dos firmas participan en la convocatoria, una estadounidense y otra israelí.