Laura Lucía Becerra Elejalde – lbecerra@larepublica.com.co

La introducción de las energías renovables no convencionales al mercado local es un hecho. Desde pequeños usos domésticos como paneles solares, hasta grandes proyectos eólicos como Jepirachí de EPM, ubicado en La Guajira, o megaproyectos solares como el de Celsia que entró a operar el pasado 3 de septiembre en Yumbo, y  cuya capacidad efectiva neta para finales de ese mes fue de 9,8 MW, sirven como ejemplos de cómo la entrada en vigor de la Ley 1715 de 2014, que propende por la integración de estas formas de energía en el sistema energético del país, ya empieza a impactar la industria.

A partir de estos lineamientos, desde la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) y el Ministerio de Minas y Energía, se crearon cuatro incentivos tributarios para los proyectos de fuentes no convencionales para energías renovables: exclusión de renta, eliminación de IVA, eliminación de aranceles y depreciación acelerada de activos. “Estos incentivos pueden tener un impacto de reducción hasta del 30% de la inversión en el proyecto”, sostuvo Camilo Tautiva Mancera, jefe de la Oficina de Asuntos Regulatorios y Empresariales de Minminas, durante el XXIII Congreso del Mercado de Energía Mayorista, que se llevó a cabo los pasados tres días en Cartagena.

En el marco del evento, la discusión se centró en cómo el mercado energético nacional está preparándose para la inclusión de estas tecnologías. Generadores, transportadores, distribuidores y comercializadores están aún a la expectativa sobre el impacto de estos cambios en temas como el cargo por confiabilidad, el precio de escasez o el cargo de respaldo (un monto que deberán asumir los generadores de estas energías por tener la disponibilidad de la red tradicional para suplir posibles intermitencias de las no convencionales), por lo que el debate en el sector está abierto y son varias las posiciones en relación a esta política en construcción.

Desde la presidencia de XM, operador del mercado, María Nohemí Arboleda sostuvo que el mercado en general se encuentra ante una necesidad de capacitación y preparación de los  agentes para este escenario que aún está en proceso de regulación. “Los no convencionales están llegando de una manera lenta, entrando paulatinamente, pero no sabemos en qué momento se pueden acelerar. Indiscutiblemente esto va a mover toda la cadena del sector”, dijo Arboleda.

Desde la Asociación de Energías Renovables de Colombia (Ser Colombia) la cual fue creada el año pasado, su director ejecutivo, Alejandro Lucio, manifestó su preocupación por la publicación de la agenda indicativa de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) para 2018, pues la discusión sobre la regulación de este tema para grandes generadores (quienes producen más de 1 MW) está fijada para el segundo semestre de 2018.

“El mundo de renovables no convencionales se divide en dos: grandes proyectos de gran escala y proyectos de autogeneración y generación distribuida de pequeña escala. En los proyectos de gran escala hay una discusión abierta de la necesidad de que en Colombia haya una regulación que viabilice la contratación a largo plazo, pues los ingresos retornan en tiempos mucho más largos que en las energías convencionales, que pueden ser hasta 15 0 20 años”, explicó Lucio.

Andrés Pesca Ayala
Subdirector Técnico y Ambiental de Andeg

“Fabuloso que entre más competencia minorista que dinamice el mercado, pero sin perder de vista la confiabilidad del sistema, pues las energías renovables son intermitentes y siempre se va a requerir un respaldo, que usualmente es en generación térmica. Y lo segundo es que tenemos que preparar el mercado, y el diseño tal como existe hoy en día no permite que sea dinámico”.

Angela Montoya Holguín
Presidente Ejecutiva de Acolgen

“El ingreso de energías renovables no convencionales en Colombia es un hecho, sería absurdo no adoptarlas teniendo las posibilidades que tenemos. No podemos echarle la culpa solo al tema regulatorio, es un tema de negocio, oferta y demanda, hay que dejar operar el mercado, que las empresas decidan con qué tecnología ingresar, y entrar en condiciones de mercado en competencia”.

José Camilo Manzur
Director Ejecutivo de Asocodis

“Para transformar la matriz productiva hay que tener en cuenta la neutralidad tecnológica, que la matriz que se estructure sea el resultado de tener en cuenta la disponibilidad de recursos que tenemos y de los precios relativos de los diferentes insumos. Nosotros no estamos de acuerdo con que se subsidie ningún tipo de energía, sino que la matriz que se estructure sea el resultado de eso”.

Katherine Simancas Akle
Directora Cámara de Comercio de Energía y Gas-Andesco

“Para la entrada de no convencionales hoy hay beneficios e identificamos mecanismos que no necesitamos como tratamiento particular y subsidios. Aprovechemos ese momento y pongamos en competencia de tecnologías el tema, falta un mecanismo regulatorio que complemente al cargo por confiabilidad y reglas para que puedan entrar a competir y el usuario se vea beneficiado”.

María Luisa Chiappe
Presidente Asoenergía

“Hay que pensar que la matriz energética debe obedecer a la conveniencia de los consumidores. A través de Asoenergía demandamos que se garantice la prestación del servicio al menor costo posible, que hay que buscarlo en energías que hoy en día es son eficientes y competitivas, lo que no quiere decir que rechacemos otras nuevas, bienvenidas todas esas energías renovables nuevas”.